viernes, 3 de septiembre de 2010

Hoy falleció el Charro Negro, justo despuesito de enterarme de la muerte de José Luis Brea, un Teoríco del Arte, que nos esta enrriatando en la maestria, pero que ilustra de maravilla la muerte del arte y el nacimiento de los estudios visuales.

Germán Dehesa no era un teoríco, era un filósofo, un filósofo de la cotidianidad.

Recuerdo en mis años en Madrid, en una de esas veces que me cargaba la tristeza, en un pequeño rincón de la biblioteca en la embajada de México, me encontré un libro de Dehesa.

Su entrañable humor, su aguda reflexión y su sabor a México, me hicieron que volviera a levantar la cabeza y echarle ganas en la capital española.

Maestro Dehesa, de verdad de verdad, hoy tocaba, pero no morirse.

Que Dios lo tenga en su santa gloria.