miércoles, 19 de septiembre de 2007

Una mañana de miércoles

Hoy hace ya 5 días que volvi de la gira de Los Niños Cantores de Viena.

Ahora es día miércoles. Un día raro, podría decirse casí triste.

El día de ayer se cumplieron 2 años del fallecimiento de Johana.

El lunes renuncie al trabajo que tengo actualemente.

Me siento entre triste y perdida.

Veo a mis amigos, a la gente que quiero, que se mueve, hace cosas. Rita ahora es Diplomatica, Poncho esta en China, de los de la ECAM hace rato que no tengo noticias, Toño no se donde me dijo que andaba Joeff en fotos con los seleccionados argentinos, Jen a punto de llegar a Barcelona.

Y yo sentada en Bosques del Canadá, pensando si me aventuro al mundo del cine o si sigo con mi trabajo "seguro" de administrativa en algún otro lado.


Tengo ganas de irme a la Barceloneta o a la Casa Encendida.

De tomarme unas cañas por Malasaña o un trago en la champanería...

Me cambio la vida y lo acepto.

Tener una niña me gusta, también me gusta se mamá y más que todo ser amada.

Me encanta Alberto y sus brazos, y sus manos y sus labios, todo en él me encanta (aunque confieso que a veces me desesperas un poquito) Pero gana el amor, el amor que te tengo, el amor a ser una familia y a buscar la felicidad.

Normalmente sanan los pensamientos, se aquietan mi pajaros en la cabeza y telarañas pa fuera cuando se escribe...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca tendremos TODO y eso que siempre digo "NUNCA digas NUNCA", y ahí está la gracia... Pensar, repensar, confundirte, arreglar y como no.. volver a empezar, porque SIEMPRE (algo como NUNCA) se puede empezar de nuevo...que NUNCA de cero.

Te quiero