Lake Tahoe es un melodrama con tintes de farsa que narra la historia de Juan, un niño de 13 años que intenta arreglar el coche que acaba de chocar, aunque lo que en verdad busca es mantenerse alejado de su hogar, un lugar donde se respira pesadumbre y duelo por la reciente muerte de su padre.
Cuando acaba la película se queda uno con la sensación de satisfacción de que al protagonista se le resuelvan algunos inconvenientes que tiene a lo largo de la trama, pero tambien te quedas con la sensación de que falta ver más. Más de lo que lo tiene adormecido, más de la punketa mamá del bebé, más del imitador de Bruce Lee, más de su familia, un poquito más por favor.
La segunda obra de Fernando Eimbke me parece más irregular que su opera prima "Temporada de Patos". Esta película ya fue premiada en el estival de cine de Berlín y nacionalmente al director en el Festival de Cine de Guadalajara.
La elección del casting me parece acertada, también el de la ubicación geográfica donde se desarrolla la historia, despues de los primero quince minutos del film, casi se adivina que se trata de parajes del sureste mexicano.
Lake Tahoe es el viaje iniciatico de un adolescente que tiene que enfrentar la muerte de su padre y a su familia que se esta estrenando en los menesteres de la disfuncionalidad. Un hermano pequeño que duerme en una tienda de campaña y su madre que no sale de la tina del baño.
Es amable verla con un buen estado de animo, error si se esta cansado o de malas.
Recomendable para el reducido público que gusta del cine nacional y busca propuestas diferentes a Ladron que roba a Ladron o Casí Divas.
No recomendable para los fans de Ben Stiller, Wil Farrell, Owen Wilson y compañía.
MARZO 2008
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